miércoles, 13 de junio de 2007

Un poco de cine


En la historia del cine podemos encontrarnos finales de todo tipo, desde optimistas (El Circo, Charles Chaplin), míticos (Casablanca, Michael Curtiz), chiflados (Con faldas y a lo loco, Billy Wilder), de culto (Blade Runner, Ridley Scott), y un largo etcétera con cualquier característica posible. La mayoría de los finales, sobre todo en Hollywood, se pueden considerar como finales de "amor", por personas (miles), por la tierra (Lo que el viento se llevo, Víctor Fleming)... y por el cine. Este último es el que nos ocupa, un final que es una autentica declaración de amor por el cine, un final donde en poco más de dos minutos concentra 100 años de historia, es el final de Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore, 1989), acompañado por la música de Ennio Morricone.

Cinema Paradiso nos cuenta la historia de Salvatore, un aclamado director de cine que regresa a su pequeño pueblo natal para el entierro de su amigo Alfredo, el que fue proyectista del Cinema Paradiso, donde Toto, como era conocido Salvatore de niño, descubrió su pasión por el cine. El protagonista recuerda como tuvo que sustituir a Alfredo cuando perdió la vista por un accidente, recuerda como encontró, y perdió, su primer amor y como se marchó de su pequeño pueblo para triunfar, forzado quizá por la exigencia de su viejo amigo, quien le pidió que no volviera. Salvatore le desobedece y vuelve para darle su último adiós, y la viuda de este le entrega una película. Esta son los recortes que por orden eclesiástico se debían recortar pues no eran "aptas" para el público de los años 50... Y en esta se concentra la magia del cine.Hay que verlo para entender, disfrutar, sonreír, llorar...


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